Para muchas empresas, el rediseño de la página web es una perspectiva emocionante y aterradora a la vez
En nuestra experiencia como agencia de marketing digital, somos conscientes que este escenario presenta un desafío y puede ser costoso y poco efectivo, a menos que se haga de la forma correcta. Es cierto que la misma web es la responsable de su propio éxito, por lo que debemos tomar en cuenta los pasos que seguimos al momento de crear tanto el sitio como su contenido, por ello te mostraremos como mejorar este proceso y hacerlo más eficiente. Así mismo, para facilitar la explicación usaremos una simple analogía de diseño de interiores.
Descubre qué es lo que está funcionando mal
Si piensas realizar un cambio muy drástico en el diseño de tu web, es necesario primero analizar la situación y preguntarte por qué el formato actual no está funcionando.
Lo más probable es que te encuentres con alguno de estos escenarios:
El diseño actual no te resulta atractivo: Tener un sitio web que a primera vista resulte atractivo es algo muy deseable, ya que la primera impresión puede enganchar a un potencial cliente. Sin embargo, puede que tengamos un diseño muy antiguo y pasado de moda, o que ya no coincida con el rumbo que está tomando la marca.
El sitio no está funcionando bien: Agregar funciones nuevas a un sitio web es una buena oportunidad para rediseñar, y estos cambios pueden llegar a ser muy significativos dependiendo de la función. Pueden ser funciones puntuales que solo afectarán 1 o 2 páginas. O función que le darán un giro a nuestro sitio, como lo es añadir la opción de compras desde la web.
Cuando no se está atrayendo suficientes clientes: Este suele ser uno de los principales objetivos de cualquier marca, sin embargo, cuando no se logra con éxito es común que se busque comenzar de cero, el típico “borrón y cuenta nueva”. Parecería lógico pensar que es más rentable comenzar una nueva web a que debas intentar reparar una que no te genera buenos resultados, sin embargo, no siempre es el caso.
El contenido de la web es difícil de encontrar para los usuarios: Cuando un sitio es lo suficientemente grande y tiene una gran cantidad de contenido, es común que tanto usuarios como administradores pueden tener dificultades para clasificar y administrar cómodamente el contenido. Es por ello que muchos optan por realizar una reestructuración de la web para mejorar la clasificación y distribución del mismo. Además de ser un buen momento para realizar una auditoría de contenido y descartar material desactualizado.
Cuando estamos utilizando tecnologías anticuadas: La tecnología puede ser un obstáculo muy grande si no estamos actualizados. Estas tecnologías son el pilar de tu web, así que debes asegurarte de que funcionen adecuadamente, como lo son las integraciones de terceros e incluso el sistema de gestión de contenido.
No se están logrando los objetivos propuestos: Si una herramienta tan importante como tu sitio web no te está ayudando a alcanzar tus objetivos, bien podría ser momento de considerar un cambio. Muchas veces se debe a que los objetivos de tu empresa evolucionan a un ritmo mayor que tu web y esta no puede seguirle el paso.
Complicaciones para actualizar: Mantener el contenido actualizado es una herramienta esencial para garantizar la mejor experiencia del cliente y garantizar mejores resultados.
Renovar el sitio web o rediseñar el sitio: ¿Cuál opción es mejor?
Renovar mi sitio web
No siempre será necesario hacer el “borrón y cuenta nueva”. En muchos casos puede ser suficiente con actualizar el aspecto y funcionamiento de tu web para ajustarlo a lo que deseas.
Con una buena actualización puedes terminar haciendo cambios muy importantes sin necesidad de comenzar un nuevo sitio desde cero. Si usamos la analogía de la decoración de interiores: Sería equivalente a cambiar los muebles de una habitación; sigue siendo la misma habitación, pero se ve diferente y funciona mejor.
Es el método más rentable y eficiente, ya que necesitarás menos tiempo y recursos. Aunque todo dependerá de la situación actual de tu sitio web, la tecnología que estés usando y que tan bueno sea su funcionamiento.
Rediseñar mi sitio web
La primera opción de muchos suele ser el rediseño de la web si buscan replantearse su sitio. Pero hacer un diseño nuevo y que sea adecuado requiere reestructurar el sitio desde cero. Siguiendo la analogía de la decoración de interiores, sería el equivalente de rehacer los cimientos, paredes, cambiar la pintura, el piso y los muebles, es decir: Un cambio completo.
Obviamente, necesitarás de más recursos, esfuerzo y tiempo que al realizar una actualización. Sin embargo, si tu sitio necesita demasiados cambios o tienes mucho que cambiar y corregir, quizás te resulte más eficiente comenzar uno nuevo de cero que deshacer y rehacer lo que ya existe. Sí ese llega a ser tu caso, quizás esta sea la mejor opción para ti.
En caso de solicitar los servicios de una agencia digital, es importante ser sincero con la situación de tu web. Describir abiertamente cuales han sido los desafíos, tu presupuesto y los plazos en los que esperas alcanzar tus objeticos pueden ser de ayuda para trazar el mejor plan de acción.
Diferentes opciones al crear tu página web
El siguiente paso luego de decidir si rediseñaras o actualizarás tu web, es determinar cómo será el proceso de producción. Es necesario corregirte y no volver a cometer los mismos errores, de modo que tu nueva web funcione mucho mejor que la anterior.
Debes tomar en cuenta el proceso de compra de los clientes, y así incluir todo lo que haga falta al lanzar tu web, tomar en cuenta sus comentarios y sugerencias, de modo que lograrás un constante flujo de ventas y nuevos clientes.
Para mantener un buen funcionamiento tendrás que adaptar la estrategia y realizar pruebas para mantener tu sitio web bien optimizado. Una buena agencia digital suele utilizar 1 de 3 métodos a la hora de crear, actualizar y gestionar una web:
Cambios leves y superficiales
Si la necesidad de cambio es mínima, solo basta con detectar los puntos deficientes y corregirlos, dejando intacto el resto de la web. Es muy común aplicarlo al tratarse de elementos y códigos rotos o bien de alguna funcionalidad como reubicar la página, remover administradores, modificar o reubicar contenido, etc.
En principio, son arreglos muy puntuales y de rápida ejecución, que pueden hacer la diferencia y mejorar enormemente la experiencia del usuario.
Cambios constantes
Este tipo de metodología suele aplicarse cuando un sitio web es lanzado rápidamente para luego mantenerlo con actualizaciones y optimizaciones constantes. Esto ayuda a hacer un buen seguimiento de la tasa de conversión y así notar cómo van respondiendo los usuarios con la información obtenida después del lanzamiento.
Para poner en práctica este método es necesario despegar la web con únicamente las funciones y contenido necesario para garantizar una buena conversión, luego de eso, incluir nuevas funciones y contenido según sea conveniente. Esto ayudará a poder evaluar tus pasos y la respuesta de tus usuarios, además de tener más información antes de decidir los pasos siguientes.
Es una estrategia muy buena si lo que buscas es poner un proyecto en marcha rápidamente.
Rediseñar la web en su totalidad
En muchos casos no resulta muy rentable realizar el lanzamiento de una web si esta no está completa en su totalidad. En el caso de las tiendas online, por ejemplo, necesitas que el catálogo completo esté subido si esperas tener un buen margen de ventas. Y a su vez, necesitas que todas las funciones estén activas y óptimas (carrito de compra, métodos de pago, envíos, etc.).
Es un método que requerirá de más tiempo para tener todo listo para el lanzamiento, pero te garantizará una mejor experiencia del usuario y mejores resultados.
Un sitio web diseñado y lanzado bajo una buena estrategia puede potenciar el desarrollo de tu empresa. Al planificarlo, organizarlo y dedicarle el presupuesto adecuado lo hará generar un gran impacto. Para esto es recomendable aliarse con agencias digitales que puedan guiarte a alcanzar estos objetivos y así satisfacer las necesidades y deseos de tus usuarios.
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