Una de los puntos más icónicos e históricos que representan en gran medida la esencia y vida de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria es la plaza de Santa Ana.
Es muy común ver a alegres grupos de niños correteando en medio de todo el flujo de personas que visitan la Plaza de Santa Ana. El ambiente del lugar se inunda de risas y voces enérgicas que le dan vida al espacio presente mientras todo a tu alrededor logra darte un vistazo al pasado, a través de sus robustos y antiguos edificios que guardan en su interior más de 100 años de historia que cuenta la travesía de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. En esta isla llena de maravillas te espera este sitio imperdible para tu visita.
La Plaza de Santa Ana se ha convertido en una referencia arquitectónica, gracias a que es un antecedente y a su vez un modelo a seguir para el diseño de distribuciones urbanas. Este estilo de construcción se ha implantado consecuentemente en muchas ciudades a lo largo de toda América, y con ello también se ha incluido el esplendor místico de este espacio que es representado principalmente por la Catedral de Santa Ana, que se ha ganado su reconocimiento como el edificio religioso de mayor importancia de toda Canarias y Terrenal junto con las casas comunales que fueron inauguradas en 1856.
En la Plaza de Santa Ana podrás ver mucho movimiento de entre las personas que van de paso y los que buscan pasar un rato paseando por sus espacios, pero contrario a ellos también podrás encontrar a ocho figuras icónicas que saltan a la vista pero que siempre permanecen quietas, son las figuras de los perros de hierro fundido y de color verde bronce que descansan en la plaza. Estos icónicos perros han resguardado los espacios de la plaza y la catedral desde el siglo XIX y hoy día son uno de los símbolos más atesorados de la ciudad.
¿Estás de ánimo para dar una vuelta por la Plaza de Santa Ana? Si comienzas tu recorrido desde el extremo norte, comenzando por el frente de la catedral te podrás topar como tu primer destino a la sede del Obispado de Canarias y no muy lejos también podrás encontrarte con la Librería Diocesana, ambos son edificios antiquísimos y de gran tamaño, tanto así que ocupan casi en su totalidad este lateral de la plaza, y termina justo antes de la escalinata ubicada en la entrada a las casas comunales.
Si necesitas alguna orientación o quieres informarte sobre nuevos destinos en tu visita a la ciudad de Las Palmas puedes encontrar la Oficina de Información Turística (también llamada OIT), esta oficina funcionaba antiguamente como una sede de la alcaldía para la década de 1977, antes de que fuera trasladada a la calle León y Castillo. Además de ser una oficina también ofrece un espacio de enriquecimiento artístico, ya que posee una vasta colección de arte representativo de Canarias y otras regiones, pinturas y esculturas que han sido traídas desde el Museo del Prado de Madrid como una contribución al ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
Siguiendo con el recorrido, ahora retomaremos nuevamente hacia la Catedral desde el extremo Sur. Nos toparemos como primera parada con el Archivo Histórico Provincial, en su fachada podrás ver una placa que hace homenaje a José Viera y Clavijo que es reconocido como el primer gran historiador de Canarias, quien falleció en este mismo domicilio en la década de 1813. Este personaje fue un renombrado investigador y biólogo que logró perfeccionar sus conocimientos en botánica y química luego de viajar a Francia y Países Bajos, además se desempeñó como escritor y figuro como uno de los principales representantes de la ilustración en estas islas.
Si sigues bajando por la plaza y pasas las instancias del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Las Palmas, encontrarás otra placa que hace homenaje a un evento histórico que también se ha convertido en uno de los recuerdos más infaustos de esta ciudad, ya que conmemora un ataque pirata que se llevó acabo en el año de 1599. Este ataque a la ciudad ha sido catalogado como el acto de guerra más destacado en toda la historia de Canarias, como lo indica el texto escrito en la placa.
Aún se pueden encontrar detalles en la ciudad que hacen alusión a este suceso, por ejemplo, en los desagües y en los canales de piedra que circulan por el barrio de Vegueta muestran una gran similitud con la forma de cañones de guerra, demostrando así el miedo de los ciudadanos hacia lo piratas, además de resaltan la creatividad e inventiva de los habitantes de la ciudad.
Este hermoso recinto tiene mucho para ofrecer, puedes pasar un buen rato en una de sus terrazas abiertas llenas de vida y la luz del sol, no dudes en acompañar el momento con un buen vino, una refrescante infusión o una tapa. No te pierdas de este mágico lugar lleno con recuerdos y legados de piratas y científicos que se han grabado en piedra en la historia de tantos siglos. Un lugar único que te ofrece una experiencia mágica, en Las Palmas de Gran Canaria.